Y si, toda la razón, la mayoría de la gente se limita a opinar, a decir las cosas desde detrás de la frontera que supone la pantalla. ¡¡Hablar es gratis!!
Pero admitamos que, aun habiendo gente que va a enseñar a los pobres, con eso no basta. Los problemas se pueden solucionar de formas sencillas si todos cooperamos. Y a los que no quieran se les deberá poner sanciones si su forma de vida causa problemas.
-Como ya dije hay que usar bombillas de bajo consumo, y a quien use de filamento incandescente multa.
-Hay que comprar en tiendas de comercio justo, y para evitar que se compren cosas de naciones que no respetan los derechos de los trabajadores, un impuesto especial sobre todo lo que venga de los citados países.
-Hay que comprar productos de proximidad, y para asegurarse que eso se cumpla todo lo que venga de fuera de la Unión Europea (y no sean "bienes culturales") un impuesto especial.
-Hay que ahorrar energía, así que subvenciones a los cambios de televisiones de tubos catódicos por LCDs o LEDs.
-Hay que ahorrar agua, así que subvenciones a los limitadores de agua.
-Hay que generar energía verde, así que hay que instalar y fomentar la instalación de tejados de placas solares en todos los edificios.
-Hay que sacar a los pobres de las calles, y eso se logra presionando para que los planes de ayudas a los indigentes no se limiten a comedores sociales. Educación, alojamiento y ayudas en la búsqueda de empleo.
Si se lucha por ello se puede conseguir cambiar las cosas, y el primer paso de arreglar un problema es que todos admitan que este existe. A, si los políticos no cobraran por desempeñar un trabajo, que se supone es el "honor de representar a los ciudadanos", se tendrían millones de euros que servirían para acabar con la pobreza en las calles y reactivar la economía. Así que hay que luchar desde la ciudadanía para que los políticos no cobren dinero por dedicarse a algo que debería ser puramente vocacional.
Manifestación a favor de una ley que declare el trabajo político como tarea no remunerable económicamente el 4 de Julio a las 14.00 frente a las Cortes, en Madrid. A ver cuantos realmente quieren pasar de la palabra al acto.
