Bueno despues ya de varios meses en el Foro me dispongo a poner lo que yo llamaria, mi relato mas largo y pensado, llevo mas de 2 años escribiendolo, pero solo tiene 54 capitulos por el momento (Si escribiese cada cierto tiempo serian aun mas) y bueno lo pongo para que me deis vuestra opinion, destacar que no soy ningun experto ni nada por el estilo y si falta alguna tilde no le deis mucha importancia. Pongo el cap 1 y 2, si interesa pongo mas:
Dúo
>Prologo:
Tiempo atrás, en un mundo llamado Egea, en una era entre la edad media y la era moderna, barcos voladores, armas de fuego y espadas, un demonio muy poderoso surgió del inframundo devastando todo lo que salió a su paso, llenó todo el mundo de oscuridad. A Ese demonio lo solían llamar Bastarg. En Egea existían unos dioses mitológicos que protegían Egea: Gigas dios de la muerte, Zéonor amo de los cielos, Poseidon señor de los mares, Zeus dios del trueno, Tang amo de la tierra, Fénix dios del fuego y el renacimiento; y Lazara señora de la luz. Esos seis dioses que velaban por Egea se enfrentaron al demonio, pero sin posibilidades ante su tremendo poder, decidieron unir sus fuerzas para poder encerrarlo en un espejo, el espejo de las sombras. Y lo consiguieron, aquel poder maléfico quedó sellado, pero aquella unión que utilizaron para sellarlo era como una espada de doble filo, los dioses tuvieron que adoptar forma en el mundo humano ya que habían consumido toda su energía. Del espejo no se supo nada, fue bien guardado en el mundo humano.
Un milenio después nadie se acordó de lo ocurrido, en el continente sur, había dos reinos que se enfrentaban desde hacia muchos años, Crosiana y Osiria. En Crosia, capital del imperio crosiano, el ejercito de Osiria estaba atacando la capital, todo estaba en llamas, los defensores se atrincaban en las puertas del castillo para que no pasasen, habían dejado la zona residencial a merced de los soldados en vista de la clara desventaja que tenían, el cielo era de color carmesí sangre, estaba anocheciendo, se escuchaban los gritos de la gente de la zona que huía, que perdían la vida defendiendo a sus seres queridos...
Esta guerra ya duraba varios años, la sed de poder de los dos reyes no tenía fin, inconscientes del peligro de una amenaza aun mayor.
Unos soldados entraron en una casa.
-Que nadie se mueva! -Dijo un soldado, la casa era de un pobre mercader y sus hijos.
-No nos haga daño por favor!-Dijo el mercader, detrás suyo tenia a sus dos hijos, uno de ellos no debería tener mas de 4 años, el otro el mayor tendría sobre los 6 años – dejen a los niños y llevadme a mi- El soldado no hizo caso y se fue acercando, tenia otros tres detrás, a si que no tenían muchas posibilidades de escapar. El soldado apartó al hombre y fue hacia los niños sacando su espada.
-Papá!!- Grito el hijo grande.
-No!!- El padre rápidamente sacó una daga y se la clavó en la espalda del soldado que gritó de dolor. Rápidamente los otros tres se abalanzaron contra el, el hombre se defendió como pudo, consiguió esquivar un ataque directo y cortar la laringe del contrincante, pero no fue suficiente, no pudo hacer nada mas, el hermano mayor le tapo los ojos a su hermano pequeño, una espada se clavaba en el pecho de su padre y cayo agonizante, impotente al ver que se llevaban a sus hijos, los párpados se le empezaron a caer...
Los soldados cogieron a los dos niños y se los llevaron. Aquí empieza la historia, lo que no sabían esos soldados es que habían cambiado el futuro de Egea.
>Capitulo 1: El recado.
Jéruga, pasaron 14 años después de el incidente en Crosia, era una ciudad donde dominaba la tiranía, había tres partes: la zona residencial, donde vivían la mayoría de los ciudadanos; los subterráneos, donde vivían los desamparados, donde robar es la ley y que si no la cumplías acababas cayendo ante ella. Acostumbrados a robar a los ciudadanos de la zona residencial, ni robando tenían dinero suficiente para menguar el hambre al menos un día mas, la única manera de conseguir un buen botín era robando a un burgués, que no se dejaban ver por esas zonas. La ultima zona era la que había detrás de la fortaleza del castillo, donde había una amplia zona de casas construidas con piedras, en donde vivían los burgueses, hombres de increíble riqueza, en donde vivía el rey y sus súbditos, en definitiva una zona nada comparable a la pobreza de las otras.
Era de noche, se ve a un muchacho con pelo negro y ojos rojos dirigirse a una taberna, la taberna de “El enano valiente”, entró y miró a su alrededor, vio a unos hombres y enanos en un mesa bebiendo licor de baco, uno de los enanos estaba apostando con uno de los hombres a ver quien aguantaba mas. En otra mesa vio a otro hombre, estaba solo, por las canas parecía ya entrado en años, con barba y pelo grises de la vejez, envuelto en una capucha.
El muchacho se acercó a la barra.
-Una cerveza fría por favor- Dijo el muchacho con naturalidad.
-mmm... sabes que no me gusta venderte cerveza muchacho-Dijo el tabernero que ya lo conocía.
-Pero si me la sirves todos los días, dame la cerveza y no me contradigas, quieres el dinero de la cerveza no? Para eso trabajas- El tabernero se calló para servirle la cerveza. Mientras tanto el enano había ganado el duelo con el hombre en la otra mesa y el viejo seguía sentado sin moverse - Toma aquí tienes dos cuarzos- Dijo el muchacho poniendo 2 en la barra. Los platinos era lo mas preciado en la zona residencial, y sin decir lo que valen en los subterráneos, solo tres personas podían conseguirlos, los cazarrecompensas, que trabajaban para ricachones o gente de otros países, los burgueses o ricachones, y los ladrones que robaban a los burgueses. La moneda mas común en la zona residencial era el cuarzo. Un platino equivalía a 20 cuarzos.
El muchacho comenzó a beber, se giro, vio que el viejo había salido ya.
-Hola muchacho, como te llamas? – El muchacho se giro enseguida con cara de sorpresa y vio al viejo que se pensaba que se había ido, al no haber notado su presencia casi se atragantaba.
-No te interesa mi nombre- Dijo recuperando la voz.
-Va chaval no te pongas a si que te estoy preguntando amistosamente- En su cara sonriente se veía un gran interés en el muchacho.
-No te conozco, dime que quieres y te diré mi nombre- Dijo directamente.
-Vaya que serio, con lo joven que eres- Le dijo- no bebas cerveza desde tan joven o acabaras mal.
-Otro con lo mismo, que yo este bebiendo no es problema de nadie, a si que metete en tus asuntos- El muchacho tenia cerca de 20 años, tenia una mentalidad y una madurez impropias de su edad.
-Vale, vale no te enfades que era broma jajaja- Ríe- esta bien iré al grano, me llamo Frek Balder y busco un cazarrecompensas para que me haga un “recado”, te he estado estudiando todo este rato.
-Yo no suelo hacer cualquier “recado”, además como sabes que soy cazarrecompensas?- Pregunto extrañado mientras echaba un trago.
-Jajaja debí imaginarme que lo preguntarías, simplemente oí que eras famoso por la zona y te busqué- Hizo una sonrisa aun mas amplia que las anteriores- bien se que eres muy bueno y que no haces cualquier recadito, por eso vine a buscarte, eso resuelve tus dudas?.
-No todas... pero me conformo, explícame de que va.
-De acuerdo, pero antes dime tu nombre.
-Para que me preguntas el nombre si ya lo sabes? no soy tan famoso?-Preguntó irónicamente.
-Vaya me has pillado -Ríe- Te pregunto el nombre por si estaba equivocándome de persona.
-Me llamo Zant Crosas- Zant estaba empezando a sospechar del viejo, pero a si era su trabajo, hacia misiones a cambio de dinero sin conocer la identidad del contratante- seguro que si has oído hablar de mi no soy el único al que buscas, me equivoco?.
-Vaya eres un hacha, vas al grano a si me gustan los jóvenes- Dijo saboreando la cerveza.
-Bien te llevare con el y por el camino me explicas de que trata ese “recado”, por que aun no te he dicho que haya aceptado, no acepto cualquier misión-Dijo Zant
Salieron de la taberna, esta taberna era frecuentada por todos los cazarrecompensas para buscar clientes, y lo mismo con estos. El viejo comenzó a explicar los detalles de la misión.
-Antes tengo que decirte que esta misión es bastante arriesgada y peligrosa, pero dada vuestra experiencia a pesar de lo jóvenes que sois me parece suficiente, dado que no hay nadie mejor en esta ciudad- El viejo tenía razón, Zant y su hermano era los cazarrecompensas mas famosos de la ciudad, se les conocía como el ying y el yang, se habían enfrentado a grandes peligros, como por ejemplo, un dragón en una misión para conseguir una de sus escamas, eran muy valiosas, se las pidió un cliente. El viejo sabia mas de lo que se pensaba Zant sobre ellos, pero lo guardaba en secreto- Te explico, estoy buscando un objeto muy valioso en el castillo de Jéruga, es muy importante conseguirlo, se trata de un arma que aun no ha sido utilizada por el ejercito de Jéruga, a si que por eso es tan importante- Continuó explicando, Zant se dio cuenta pronto de que no era una misión cualquiera- Necesito que la consigas, se trata de la gema del mañana, es única y tiene un poder destructivo capaz de arrasar una ciudad, se dice que viene de los dioses y que se les cayo del cielo, se encuentra en la sala del tesoro del castillo, no es fácil llegar, yo te diré un atajo, pero no te diré para que la quiero, solo necesito que la consigas, algún problema? – Sonrió el viejo.
-Ninguno -Zant pensó “este tío es mas importante de lo que parece, para que querrá una gema con semejante poder? Ahora me entero de que Jéruga cuenta con un arma a si”-Hemos llegado ya.
>Capitulo 2: La resistencia.
Picaron a la puerta, abrió el hermano menor de Zant, Hitsu. Es un chaval alto como su hermano, pelo blanco como la nieve y de ojos azules. Tenía 18 años mas o menos.
-Hitsu tenemos trabajo- Zant Le dijo a su hermano mientras se sentaba en la silla acomodándose.
-Vale, pero quien es este anciano? -Preguntó.
-Me llamo Frek Balder, os necesito para una misión muy importante- El viejo se sentó, empezó a contarle de que iba la misión. Hitsu, nada mas contarle el viejo de que iba pensó que era una misión suicida.
-Eso es imposible, nadie puede entrar en el castillo, esta muy vigilado- Dijo Hitsu.
-Difícil, pero no imposible, como ya dije tengo un atajo que os llevara al castillo, solo os encontrareis con unos pocos guardias y es el mejor camino que hay -Explicó claramente el viejo. Zant estaba sentado y callado pensando en sus cosas, mientras Hitsu discutía con Frek.
-De cuanto dinero estamos hablando?- Insinuó Hitsu.
-Digamos...- Se quedo pensando- 200 platinos.
-Es una misión suicida y piensas darnos eso? Que no es poco, pero la misión vale mucho mas que eso, además ni si quiera me has dicho para que quieres esa gema, ni quien eres.
-Soy Frek Balder ya te lo he dicho y mis intenciones con la gema no es asunto vuestro -Le hizo sonrisa falsa.
-Yo no acepto encargos sin saber antes de las intenciones que tienen los que me contratan, y mucho mas persiguiendo un objeto tan peligroso, mi hermano será muy obediente pero siempre soy yo el que acepta las misiones, a si que no haremos nada si no nos dices antes para que la quieres-Dijo seriamente Hitsu, que no es su forma de ser, siempre es simpático y amigable.
-Bien no me dejas opción... te lo explicare...- Se calla unos segundos, se levanta- Nos vemos mañana por la noche en la plaza de las fuentes! -Dijo rápidamente y se fue hacia la puerta sin hacer caso a lo que dijera Hitsu.
-Pero serás hijo de...!!- Y se cerro la puerta- Maldito mamón- Hitsu se quedo en silencio, pensando... a lo que su hermano salió.
-Que harás? tiene pinta de tener pasta.
-Sabes de sobra que no acepto misiones a ciegas.
-Te diré una cosa, me he fijado en un anillo que tenia puesto.
-Un anillo? Por que?- Preguntó Hitsu.
-Ese anillo tenia el logotipo de una conocida organización, se hacen llamar La Resistencia, que se dedica a conspirar contra la tiranía del rey- Su hermano escuchaba atento- además en la taberna se me acerco sin que yo me diera cuenta, eso nunca me ha pasado, esa persona no es normal: quiere una gema de temible poder, es sigiloso, trabaja para la resistencia y además tiene una sonrisa de lo mas peliaguda - Le explicó a su hermano.
-A si que resistencia eh? -Dijo Hitsu pensativo.
-Si, nos viene de perlas.
-Tienes razón hermanito, iremos- Dijo mientras se levantaba para irse a la habitación, Zant se quedo satisfecho de haberlo convencido- iras a encargarte de eso mañana?.
-Si no te preocupes- Dijo a Hitsu y este se fue a su habitación. Zant se quedo pensativo, sabe que esta es su oportunidad para vengarse del imperio, nunca les perdono que mataran a su padre en Crosia cuando el tenia poco mas de 6 años, vive con el recuerdo de su muerte, su hermano no lo vio por que le tapo los ojos, eso en parte le ayudo a no llevar semejante carga. Se levantó y se decidió para irse a descansar
Frek caminaba por el pringoso suelo de la zona residencial, por el camino se encontraba a los vagabundos del subterráneo, que por las noches subían a robar a los valientes que se atrevieran a caminar por la noche, era la parte del día mas peligrosa, nadie se atrevía a salir...
El pensaba “Creo que sospechan algo de mi, aunque pronto se enteraran” .Mientras pensaba unos bandidos se acercaron a el por la espalda, no tenían escrúpulos, mataban por comida. Frek seguía pensativo, uno de ellos se adelanto para clavarle la daga por detrás, cuando la punta ya casi rozaba el cuerpo demacrado del hombre, una mano apareció para detener su avance.
-Hombre Bárragas, ya era hora de que aparecieras, pensaba que me iban a matar -Dijo Frek.
-Tu y tu confianza, que sea la ultima vez que tengo que salvarte la vida- Barragas pertenecía a la resistencia como Frek, El aun tenia agarrada la mano del bandido, le quito la daga apretando fuerte su brazo para que la soltara y le dio una patada en el estomago, salió volando hacia sus compañeros, eran 4 bandidos, no era un numero muy alto- Si queréis seguir con vida unos días mas será mejor que os vayáis a buscar a otro- Estos se fueron corriendo, nadie en su sano juicio se atrevería a plantarle cara a semejante gorila, imponía con su mirada. Era grande y robusto, de cara seria, parecía que estuviera siempre enfadado, tenia ojos color luna, llevaba muchos colgantes de oro y una densa barba negra, no tenia pelo en la cabeza salvo un poco detrás, era bastante moreno, quizás por el calor asfixiante del lugar del que provenía.
-Siempre enfadado no cambiaras- Sonrió Frek.
-bah... has hecho aquello?- Preguntó.
-Si, mañana estarán en el punto de encuentro, no me dijeron que vendrían, pero estoy seguro de que vendrán, querrán vengarse del imperio estoy seguro y eso nos favorece.
-Espero que no te hayas equivocado viejo, ya sabes lo que pasara si fracasamos en la misión, espero que sean fuertes.
-Lo serán no te preocupes- Dijo otra vez sonriendo, su sonrisa es de lo mas impredecible, no se sabia que es lo que pensaba- Bien vámonos, mañana será un día muy largo.
Bueno me gustaria comentar una cosa curiosa y es que cuando quise hacer esta historia quise que fuera una especie de FFXV y mandarselo a square xDD pero al final me decidi por cambiarlo y hacer un relato normal y corriente, ahi donde veis los dioses hubiesen sido invocaciones de los FF (ifrit, leviatan, etc...)
