Qué pena. He leído mal eso de "Reinventando" y he leído "Reventando". Yo creía que ibamos a inflar a alguien a ostias... Sniff.
Bueno va, allá voy. La verdad, a día de hoy no me considero un
"gamer" porque la verdad, tengo colegas que se lo consideran, y no tengo mucho que ver con ellos. Ellos compran videojuegos asiduamente como si no estuviéramos en una recesión económica, hablan de ellos como si se hubieran terminado la carrera (Me refiero a que hablan con cierto aire de superioridad sobre ellos, no a que hablen con más cabeza), y se dedican a señalar y llamar
"casual" a la gente que juega a algo que no les guste. O sencillamente se lo llaman a quienes les caigan mal.
Pero un friki de tres pares de cojones si que soy, desde los 6 añicos que me echara aquella primera monumental partida al Super Mario de la NES y terminara esquizoide perdido en la cama, escuchando la
BSO del Mario en mi cabeza y gritando desesperado porque no se apagaba. Como todos los críos, si jugaba, era por vicio más que otra cosa, tardaron unos años en que me empezara a motivar la idea de escaparme a otro mundo y profundizar en sus detalles con
RPG's como Pokémon o Final Fantasy. De hecho, exceptuando Final Fantasy IX, los FF me los pasaba con amigos, y los Pokémon con mi hermana pequeña. Sin embargo me enteraba de lo básico, les ponía a los personajes lo que me gustaba que llevaran más que lo que necesitaban. Aún así eso me fue motivando y poco a poco entré en mi siguiente fase, lo que yo llamo el "gran furor de los emuladores". Reviví la época de oro de la Super Nintendo, me ponía comedidamente en la "actualidad" con el emulador de la Game Boy, y poco a poco pasé a la siguiente fase de "jugador retro".
Hasta que conocí a Natalia, una chica con la que empecé una relación y con la que me enganché al Ragnarök Online. La relación no duró mucho más de dos meses, pero me metamorfoseó al momento en un enfermo de los
MMO. Pasé dos años enganchado al RO. Dos años en los que las principales clases que jugaba eran el Crusader/Paladin, el Rogue/Stalker, y sobretodo, mi primera y última, el Monk/Champion. De hecho, estaba muy orgulloso de mi
build de Monk híbrido (
Spirit/Combo), porque poca gente había que supiera hacerlo y explotarlo. No me hacía falta siquiera convertir al Monk en Champion para matar a personajes que técnicmente eran más fuertes que yo (Y para los que conocierais el juego como era antes, no, sin Asura strike). De repente, van y deciden cambiar la mecánica del juego incrementando las chorri-clases y el
power-leveling. Había empezado a ver los juegos de otra forma, más desde el punto de vista de quién los hace que del de quién los juega, y empecé a volverme más crítico y más exigente con lo que me daba un juego. Ya había nacido el Sau que los del
LoL y el
Pokémon conocen a día de hoy: El Sau munchkin,
"powergamer", obsesionado con conocer todos los recovecos del juego, para conseguir lo mejor para su personaje y, por ende, explotar todas las trabas del juego para hacer lo mejor de lo mejor. Con la siguiente chica con la que tuve una relación fui probando otros juegos, Flyff, Lineage 2... Ninguno me llegó a calar, ninguno me parecía lo bastante bueno. Al acabar aquella relación, hice lo que no pensé que haría nunca, y pagué por un juego
online. Aunque ese juego era Guild Wars, así que lo pagué una vez, y no lo volví a pagar nunca. Disfruté ese juego como ninguno, hice varios amigos, y volví a hacerme un personaje que aparentemente, solo yo sabía manejar: Un Guerrero/Monje
"smiter", que metía tollinas que alucinas. Pero volvieron a pifiarla, cambiaron el juego, y lo que veía dejó de gustarme.
Pasé un par de años desconectado de lo
online. Ya no compraba videojuegos, ya no compraba consolas siquiera. Me permití el Final Fantasy XII, pero la PS2 ni siquiera era mía, sino de mi padre. Empecé a tontear con los simuladores
online de Pokémon, aprendí a hacer a esos bichos de manera competitiva, y tras mucho tiempo, unas amigas me sugirieron el League of Legends. Y bueno... Aquí estoy.
Supongo que el resumen de este
"gamer" es que los juegos tienen que implicar una constante, un cierto nivel calidad y personalización, la capacidad de unir a gente y sociabilizar, y de cuando en cuando, echar la vista atrás e inundarse de nostalgia. Y por supuesto, dejarse de elitismos y no llamarse
"gamer".
Kesil wrote:Personlamente, eso de "gamer" me parece una flipada del quince. O, para ser más exactos, una etiqueta de mirar por encima del hombro a los demás, algo que aborrezco. Personalmente, llevo jugando a videojuegos desde que tengo memoria, pero me niego a etiquetarme como gamer.
Completamente de acuerdo. Los motivos de por qué ya los he dicho.
Windrall wrote:Los magos rojos molan mucho owo.
No te olvides de los Caballeros místicos (Aka "Esgrimagos"). No es que sean muy combinables, pero ambos
jobs son el sueño de todo munchkin
