
Abro un hilo para dar a conocer este juego que he tenido el placer de jugar recientemente. Fue un regalo inesperado y me ha sorprendido gratamente. A grandes rasgos, El Shaddai es un videojuego de acción y exploración lanzado para PS3 y XBOX360. Su título es tomado de La Biblia, en el Antiguo Testamento, donde significa "Dios" como muchas otras manifestaciones escritas. El argumento recae sobre Enoch, el guardián celestial al que Dios encomienda descender al mundo terrenal para combatir a los ángeles caídos, o como mínimo, convencerles para que desistan de su empresa amoral en la humanidad.
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Una sorpresa del videojuego es su total eclecticismo entre pasajes antiguos, mitología y simbolismo judeocristianos y representaciones actuales y modernas de personajes (diálogos, vestimentas, etc.). Ya el propio videojuego nos indica al comienzo que un equipo multicultural está detrás del juego. Se nota la impronta japonesa a la legua, tanto en los diseños como en los arquetipos de personajes, sobretodo con Lucifel, nuestro guía en el videojuego. A nivel estético, nos encontramos definitivamente ante una propuesta original, insólita y atrayente, con melodías profundas que se intercalan en escenarios poco interactivos pero muy impredecibles y desconcertantes.
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Llevo pocas horas de juego y a nivel jugable debo admitir que no hay sorpresa alguna, de hecho es un retroceso bastante considerable: existen batallas que se libran de forma aleatoria (pero en cierto modo previsible) con armas originales, pero con combinaciones y patrones de ataque que se consumen rápidamente, es decir, que los dominas demasiado rápido y a las pocas horas te quedas con ganas de innovar en la batalla.
Como punto a aplaudir, debo decir que los combates tienen un mínimo de estrategia y no es un mata-mata ni por asomo, antes al contrario: peleamos contra enemigos de limitada IA pero con las mismas armas que empleamos nosotros. De nosotros depende robarla para cambiar de estilo de combate y aprovecharnos de los puntos débiles del enemigo. La purificación del arma acaba siendo un reload de los clásicos shooter, puesto que la maldad que acumula nuestra arma termina pasando factura. Y para acabar, somos inmortales. Podemos resucitar siempre que queramos, pero si no lo hacemos, sí que podemos morir.
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Esto es todo cuanto puedo deciros por ahora. Se trata en resumidas cuentas de un videojuego cuyas intenciones van más allá de cumplir con determinados objetivos concretos. No se fija en nada, no intenta competir contra nada y no se preocupa demasiado por la innovación jugable. Para quien busque un juego sosegado, tranquilo y diferente, encontrará en El Shaddai una buena opción. Pero si queréis profundidad jugable, olvidaos. (Está en castellano; voces en inglés o japonés.)
Como detalle, os dejo un momento del principio cuando contemplamos los ventanales de los arcángeles; como apunte, debo decir que se intercalan no pocas escenas en dos dimensiones (2,5D) con una implicación jugable mínima, entre el limbo del espectador y el jugador. Dichas escenas se aprovechan para hacernos disfrutar con los ojos y la vista (a partir del minuto 12):