Los otros seis participantes en esta fase final miraban la celebración a ras de pista tras su participación. Uno de los boms que quedaban sin explotar se acercó a cada uno de los participantes en esta fase final y explotó ante él. Cuando el humo se disipó sólo quedaba una carta: Bomb Bom y, a cada participante además el resto del premio que le correspondía.
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[/center]A los dos semifinalistas se les presentó con un pack de nivel 6, podían elegir si lo querían de un FF concreto o uno mixto.
A haruhi, por su segundo puesto se le hizo entrega de la carta del encargado de hechizar a todos los participantes y mantenerles dormidos durante la duración del torneo.
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Sirena[/center][/spoiler]
Kimhy, como campeón pudo obtener, además del correspondiente trofeo que le acreditaba como tal, una carta más poderosa, el tren que les llevó hasta la arena de la final.
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Helltrain[/center][/spoiler]
Además, los participantes en la grada recibieron 25 guiles por cada punto que obtuvieron durante la fase de grupos dejando el siguiente reparto:
Kiku: 25 x 6 puntos = 150 guiles
Lhions: 25 x 4 puntos = 100 guiles
Rain: 25 x 3 puntos = 70 guiles
Godah: 25 x 6 puntos = 150 guiles
Aegnor: 25 x 5 puntos = 125 guiles
Alcarin: 25 x 4 puntos = 100 guiles
Kitsune: 25 x 6 puntos = 150 guiles
museum: 25 x 3 puntos = 75 guiles
Kakashi_Lionheart: 25 x 3 puntos = 75 guiles
Reno: 25 x 7 puntos = 175 guiles
Nightmare-07: 25 x 5 puntos = 125 guiles
Aero-R: 25 x 4 puntos = 100 guiles
Con esto, uno a uno, todos los participantes fueron desapareciendo de las gradas y del campo a medida que iban despertando en el mundo real.
Una vez allí, se encontraron todos en hospitales o salas comunes unos junto a otros donde les esperaban sorprendidos médicos y amigos.
En el Hall de La Cofradía CC Cid Kramer recibió con entusiasmo a sus compañeros cofrades cuando entraron al edificio. Inmediatamente empezaron un gran festín en la zona común para celebrar la vuelta de todo el mundo sano y salvo.
De pronto el Móvil PHS de Cid Kramer sonó, al ver el ID de la llamada el gesto alegre del director cambió por uno de la máxima seriedad. Hizo una señal para que cortaran de inmediato la música y cogió el teléfono:
- Señor Presidente! Si, señor Presidente.....por supuesto...si....sí...Ahora mismo voy para allá, señor Presidente.
Dicho esto, y sin mediar palabra, abandonó la sala, el edificio y fue corriendo hasta desaparecer por el horizonte.
