Empezaré diciendo que Sleipnir, en nórdico antiguo significa ni más ni menos que el que se resbala. Bastante similar a slippy, resbaladizo en inglés.
Existe una antigua adivinanza en la cultura popular nórdica que reza:
[center]
"Quién es la pareja
que corre con diez patas?
tiene tres ojos,
pero solo una cola?
Ahora intenta resolver
esta adivinanza, Heithrek!"
Heithrek respondió:
"Es ingeniosa la adivinanza, Gestumblindi,
y creo adivino su solución:
es Odín montando a Sleipnir."[/center]
Os dejo un vídeo de la evolución de Odín a lo largo de la saga para que veáis mientras leéis este tema.
[center]
El nacimiento de Sleipnir.
En el reino superior de Asgard, los Dioses estaban intranquilos. Su hogar no tenía murallas para protegerse de los enemigos, así que cuando apareció un jinete y se ofreció para construir una muralla, le escucharon sin vacilar.
— Será una gran muralla —les dijo,— una barrera contra los enemigos. Dentro de dieciséis meses, vuestras preocupaciones habrán terminado.
— ¿Y cuál es su precio? —preguntó Odín el sabio.
— Tan sólo la diosa Freya —contestó el desconocido—. Y también el Sol y la Luna.
Los dioses se enfurecieron, y habrían echado al hombre fuera de Asgard por atreverse a pensar que la hermosa Freya podía cambiarse por un trabajo de albañilería. Pero Loki (uno de los dioses) replicó:
— Si podéis edificar la muralla en seis meses, trato hecho. —Y a los demás dioses les susurró— En seis meses tan sólo podrá construir la mitad, pero al menos ésta nos saldrá gratis.
El constructor miró a Freya, la cual se bañaba en lágrimas de oro, y accedió, siempre y cuando que le permitieran utilizar su caballo. Durante el invierno, el extranjero trabajó, y junto a su caballo acarreó suficientes piedras para levantar una gran muralla alrededor de Asgard. Al acercarse el verano, el desastre era inminente para los dioses, pues estaba a punto de concluir la edificación.
— Te creías muy listo, Loki —le dijo Odín—. Tú nos metiste en esto y a ti te toca sacarnos. No podemos permitir que Freya se case con ese albañil, que debe de ser un gigante disfrazado. Y, sin el Sol y la Luna, no vale la pena vivir. Así que ¡Haz algo!
Loki reflexionó y dijo:
— Sin el caballo, no podrá transportar las piedras para finalizar su trabajo.
Loki tenía la facultad de cambiar de forma, y aquella noche, disfrazado de hermosa yegua, se llevó con engaños a Svadilfari, el caballo del constructor. Al darse cuenta de que no podría acabar a tiempo su trabajo, el constructor montó en cólera, cayéndosele el disfraz y revelándose como un gigante, enemigo de los dioses. Thor, hijo de Odín fue al encuentro del gigante y pagó al constructor con un martillazo de Mjolnir en la cabeza. En cuanto a Loki, cuando pensó que aparecer por Asgard no implicaba peligro alguno, volvió preñado como yegua y dio a luz a Sleipnir, un extraño caballo de ocho patas. Loki regaló aquél caballo a Odín, diciéndole:
— Ningún caballo igualará la velocidad de éste. Él te llevará por mar, tierra y aire, también a la Tierra de los Muertos y de vuelta aquí.
Tal como Loki prometió, Sleipnir nunca falló a su nuevo amo, Odín.
[center]

Odín y Sleipnir en Final Fantasy
Como podéis ver en el video que hay casi al principio de esta historia, Sleipnir suele salir como un caballo de cuatro patas y, en rara ocasión le ponen seis, pero jamás ocho, el número que sería correcto. ¿Por qué tomarse la molestia de ponerle seis patas si va a seguir siendo incorrecto?
Lo mismo ocurre con Odín, a veces con dos ojos y otras con solo uno, aunque en este último caso al menos si que es correcto cuando sale con un ojo. Odín además tiene otro fallo bastante evidente. Es cierto que su lanza Gungnir es fiel a la mitología, pero su espada, evidentemente no se llama Zantetsuken ni sable justiciero, sería raro que tuviera un arma que sonara tan japonesa. De hecho, Odín jamás luchó con una espada.
La lanza simboliza la fuerza y el poder de Odín. Cuando éste tiraba su lanza sobre alguien, señalaba que este le pertenecía. Incluso el mismo Odín se hirió con ella y de esta forma se consagró él al cielo. Además esta lanza tiene la propiedad de que jamás falla su objetivo.
La relación entre estos dos seres en Final Fantasy es tan fuerte que, en Final Fantasy XIII, aun saliendo Odín andando, se convierte en su propio caballo, aunque una vez más sea anatómicamente incorrecto.
[center]
Lo más curioso es que, en muchas entregas de la saga, hay una criatura enemiga llamada Slepinir que es un caballo, pero que tampoco cumple con el número de patas. Aunque este último caso no es sangrante pues es una criatura homenaje a la otra y no tiene por qué ser igual.
[center]

Ahora la cuestión es ¿Por qué no aciertan con el número de patas? ¿En Japón la leyenda es distinta? ¿Se equivocaron la primera vez y ya tiraron con la idea durante el resto de la saga para no contradecirse?
Especulen.