(Y el siniestro personaje se quedó solo en el invernadero, esperando a que algún insensato lo retara. Su única compañía eran las plantas de aquel húmedo recinto, quienes apestaban a Molbol y podredumbre. Mientras la ''luz'' de la esperanza llegaba al encuentro de Trébol, este no paraba de farfullar cosas muy nervioso, como si su
alter ego todavía luchase en su interior por tal de deshacerse de esa intoxicación de oscuridad.
''Matar, Destruir, Amar, Luz, Trébol, Sonrisa, Maldad, Fuego, Esposa, Pecar, Oscuridad, Hielo, Familia, Amistad, Odio, Agonía, Desesperación, Pena, Esperanza''
Un sin fin de conceptos pasaron por la mente de Trébol, quien por tal de evitar un colapso mental, optó por clavarse una de sus ya enzarzadas manos en el hombro izquierdo.
-No soy tan débil como crees, yo no necesito a nadie para subsistir. HAHAHAhahaha. (Dijo el Cofrade mientras sostenía su trébol con la mano que le quedaba libre...)
(A partir de ese momento, el Cofrade empezó a reunir oscuridad de toda aquella sala de pesadilla, absorbiendo todo lo que contubiese un ápice de maldad. Con tan solo mirarlo, era obvio que todo su poder residía en aquella oscura ''cicatriz'' que le marcaba el rostro.
Justo en el momento en el que acabó de reunir una considerable cantidad de oscuridad, Trébol avistó a una heroica figura que se abría paso a través de la maleza, rechazando la oscuridad de los espinos e imponiendo su justicia a sablazos de espada.
Se trataba de
Ragunaroku , un intrépido guerrero burlón y maleducado, que ya se había enfrentado a Trébol en otra ocasión, desafiando los poderes del mismísimo señor del Infierno, saliendo ileso y sin apenas ningún rasguño.)
-Aquellos que ansían la verdad, no son más que simples esclavos de lo oscuro. Su despierta naturaleza les guía por una senda de conocimiento que tarde o temprano desearán no haber obtenido. Un exceso de información puede ser nocivo para el individuo, tanto, que puede hacerte llegar a la demencia, al borde de la locura. A veces, es mejor vivir engañado, feliz, de un modo simple. De lo contrario, lo perderás todo. La salud, el dinero y por supuesto, la familia son elementos importantes a lo largo de nuestro día a día que nos hacen sentir mejor. ¿Por qué intentar ser mejor que otro acaparándolo todo? ¿Por qué?
-¿Qué se gana? ¿Qué se pierde?
-Solo aguarda desolación y dolor al final del camino... Y yo... VEO EL FINAL DE TU CAMINO MUY OSCURO!!
(Dicho esto, el Cofrade perdió toda la quietud y gracileza con la que había dialogado escasos segundos atrás, dejando ver a un Trébol mucho más salvaje y atormentado que nunca. El cofrade extendió sus enzarzadas garras y empezó a canalizar la energía del fuego y del hielo, una en cada mano. Parecía que Trébol iba más en serio que nunca, pues no había duda en sus ojos y la ausencia de risa por parte del cofrade, daba una sensación de batalla final, de todo por el todo.)
-¿Notas eso? Sí, en efecto. Este hábitat es muy húmedo y especialmente incómodo para aquellos que no están preparados para este tipo de sofocos. Fuego y hielo unidos para crear vapor. ¿No te parece una alcoba perfecta para mí?
Jajajajaja!
-¿Me quiere? No me quiere. ¿Me quiere? No me quiere. ¿Encontrarás tú a tu trébol?
(Y tras realizar esa pregunta retórica, todas las plantas del invernadero cobraron voluntad propia y se disponían a rodear y enredar ha Ragunaroku para facilitar las cosas a su maestro.)
Offrol: Let's Fight!