ETDR-Desaparecido a medianoche [4/4] **

[Lolailo]

Adrià parecía mantener su aplomo pero Seliat aún deliraba, a la vez que Dianran, afectado, trataba de devolverlo a sus cabales. Una gota de sudor bajó por la mejilla de Talos, que seguía alerta y en posición de combate: La cosa no pintaba demasiado bien.
De repente, vio en un rincón de la habitación aquella silueta femenina de espaldas. Sin duda era ella quien entonaba el cántico: Lo veía en sus ademanes, en sus gestos. Creía tener el control sobre ellos.

Es ella.

El ladrón susurró a su compañero: -Adrià, cúbreme.

Talos se lanzó a la carrera con el torso y la cabeza bajados y empuñando ambas dagas, dispuesto a ejecutar un Ataque por la espalda.

[Lanamark]

Una vez más, el mago blanco discierne entre realidad y ficción, y se apresura raudo a salvar a su contraparte oscura. Dejando de lado las pullas y los pequeños piques entre su compañero de armas, Dianran atiza a Seliat con su báculo de acólito vapuleando la cabeza de este, tal vez cobrándose algún tipo de venganza personal golpeando más fuerte de lo que debería. Seliat cae al suelo momentáneamente y al levantarse por su propio pie, parece haber recobrado la razón.

A su vez, Talos ataca desde las sombras, emulando el grácil paseo de la gacela, situándose en pocas zancadas tras la espalda de su víctima con sigilo. El ladrón apuñala la sirena a la altura de los pulmones, pero antes de que este pueda retorcer sus dagas para causar serias laceraciones, la hipnótica mujer transforma su dulce canto en una partitura de dolor, un grito de muerte que resuena por toda la estancia y hace reventar la cristalera de colores por la que se filtraba la luz, bañando al ladrón en una fina lluvia de cristales que se esparcen por su alrededor.

Talos abandona la empuñadura de sus cuchillas para improvisar nuevamente un tapón de oídos con sus manos, desabasteciéndose de sus sangrientas pequeñas. La criatura se dobla sobre si misma muerta de agonía, esbozando una expresión de rencor y rabia que asesina cuatro veces con la mirada. Enfurecida por esa puñalada trapera, la sirena se os encara melena al viento y os ataca con sus garras espectrales todavía con las dagas de Talos clavadas a su espalda. ¿Será así como se siente una capadura?

[Adrià]

Adrià aprovecha la debilidad de la Sirena para atacarla con su nueva espada.

-¡Muere!

Nota de Adrià: Uso la habilidad Golpe a la garganta, con el objetivo de enmudecerla y que no pueda gritar.

[Lanamark]

[dice]3[/dice]

El flamante porte de Adrià con espada en mano no mengua las intenciones de atacar de la sirena, pues esta arremete con sus furiosas garras a lo primero que se le cruza.

Nota: Adrià, tira un D3 para ver si tu espada consigue alcanzar a la sirena antes de que ella te hiera a ti. Si consigues superar la tirada, se considerará que has realizado tu ataque con éxito. Si por lo contrario tu tirada es menor, puedes ir saludando a dos nuevos arañazos sadomasoquistas (?)

PD: En caso de igualar la tirada, se considerará que estáis forcejeando en un choque de espadas improvisado por ver quién tiene la supremacía del combate. De darse el caso, sería una buena ocasión para que otra persona atacara a la sirena ahora que esta no tiene ojos salvo para Adrià.

[Adrià]

[dice]3[/dice]

Adrià arremete contra la Sirena, sin embargo ésta ataca al mismo tiempo con sus garras y ambos quedan forcejeando.

-¡Rápido, atacad ahora! -grita.

[Lolailo]

Talos se había zafado del embite de la criatura como había podido, y aún le dolían los oídos tras el alarido de ésta. Sus dos dagas habían quedado clavadas en la espalda del monstruo y sin ellas nada podía hacer.

Sin embargo, a tres metros de él, ahora el guerrero forcejeaba con la sirena: El ladrón vio clara la oportunidad de recuperar sus armas. Con tres ágiles pasos Talos se situó rápidamente tras la criatura, afianzó sus pies en el suelo, tomó las empuñaduras, y se dispuso a sacar sus dos dagas.

-Uh, esto te va a doler.

Nota: Entiendo que esto es un movimiento táctico y que al recuperar las dos dagas no consumo la habilidad robar.

[Neo Evanok]

Offrol¿Aqui es que no se respetan unos turnos? Solo roleais dos personas... y creo que hay mas participantes, debeis dejar tiempo para que los demás participen.

PD: viendo el panorama (y lo excesivamente lento que veo el roleo) he decidido dejarlo. Si alguien quiere coger el testigo por mi ningún problema

-Neo Evanok-

[Lanamark]

Offrol¿Aqui es que no se respetan unos turnos? Solo roleais dos personas... y creo que hay mas participantes, debeis dejar tiempo para que los demás participen.

PD: viendo el panorama (y lo excesivamente lento que veo el roleo) he decidido dejarlo. Si alguien quiere coger el testigo por mi ningún problema

-Neo Evanok-

Es una interesante propuesta a tener en cuenta de cara a próximas partidas (si es que las hay) y me gustaría que todos aportarais vuestra opinión para ver qué se puede mejorar y de qué forma en un hilo que ya indicaré para que podamos hacer un poco de feedback.

Respecto a tu ausencia, te encorajo a que aguantes lo poco que queda de campaña. No debería alargarse mucho más, estáis en el desenlace final, la última escena.

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De las afiladas uñas de la criatura brotan chispas cuando se entrelazan con su némesis, la Matasirenas. Adrià mantiene su enemigo a raya con mucho porte, propio de las técnicas de una selecta esgrima. El guerrero intercepta una de las garras de la sirena con un brutal barrido de escudo y la desestabiliza, momento en el que da la señal a sus compañeros para que ataquen con bravura.

Talos no se lo piensa y aprovecha la oportunidad para recuperar sus dagas. El ladrón se posiciona en un privilegiado ángulo y agarra sus dagas por la empuñadura, extirpándolas del ya dolorido cuerpo de la sirena. Dos chorros como géiseres brotan de la espalda de Nox y la sirena libera un grito ahogado, que la hace tropezar y caer al suelo.
La mujer se revuelca agonizando en su propio charco de sangre en un intento de aliviar sus heridas. La sirena hace un último esfuerzo y apoya sus manos contra el suelo, alzando la cabeza para ver a Adrià. Poco a poco su desencajada mandíbula cobra rasgos más finos, más delicados. A pesar de que se encuentra en un estado deplorable y que varios mechones de desaliñados cabellos le disfrazan el rostro, el guerrero reconoce a la mujer, pues no es otra que Bila, la chica que os confió las llaves de su propia casa. En ese momento de duda, la sirena alza su voz una vez más con tal de cautivar al guerrero a la desesperada.

[youtube]p5dTeRroCZI[/youtube]


Nota: Adrià, es tu momento, ¿te apiadas de la sirena o la matas? Tira un D6; con un 6 no puedes acabar con su vida puesto que se considerará que te ha hipnotizado. ¿Te cebarás salvajemente o cederás ante su última súplica?

[Adrià]

[dice]6[/dice]
Adrià coloca su nueva espada sobre el cuerpo de Nox, decidido a terminar con su vida.
Sin embargo, antes de hacerlo pregunta:
-Tus cantos no me harán nada...
¿Por qué hiciste todo esto? ¿Para qué todo este monaje?

[Lanamark]

Entre jadeos, la lastimada criatura te mira con ojos apenados y dice:

Bila: ¿A-acaso el lobo… justifica sus actos? Yo, al igual que ellos, cazo para nutrirme. Y al igual que ellos y yo, vosotros también cazáis para alimentaros. Un juego de supervivencia, cazar para no ser cazado. Es la cadena alimentaria, una parte más del ciclo vital. Ahora, ¡acaba conmigo o lo lamentarás!

Unas amargas lágrimas acompañan la última voluntad de la sirena, preparándose para lo peor.