La Capital Olvidada ~ Final Fantasy

-Pero, ¿es que eres todo oscuridad? ¿no queda rastro del Cloud Sprite que una vez conocimos, de aquella persona respetuosa y amistosa que evitaba las polémicas, de aquel Equilibrista que nos sacaba una sonrisa con sus locuras?

Esto preguntaba Neo Evanok con un rictus de seriedad. La visera le ocultaba media cara y tenía firmemente cerrado el puño izquierdo que levantaba en señal de indignación.

-No me gustaría tener que acabar contigo... -siguió Neo.

¿Respeto? ¿Amistad? Un Cloud Sprite dolorido pensó sobre aquellas emociones. Desde que había nacido, no había conocido ninguno de aquellos sentimientos. Las cosas y las personas valían conforme eran útiles. Una vez habían dejado de serlo, se las podía arrojar a la basura. Le habían enseñado a obedecer a sus superiores y a despreciar a los que estaban por debajo de él... Desde que había nacido, pero ¿cuándo había nacido él? Por más que lo intentaba no conseguía recordarlo.

-A veces me siento tan sólo...

Cloud Sprite no sabía por qué había dicho esas palabras. Era como si alguien de muy lejos las hubiera pronunciado por él. Se llevó las manos a las mejillas y las notó húmedas. Fen se acercó y empezó a lamerle la cara. Cloud se encogió en el suelo y esbezó una sonrisa.

-Así que era esto...

El Corazón Oscuro se incorporó, se llevó las manos a la cara y cuando las separó se puso a reír sin control, como un demente. Cogió la espada mortal y la alzó desafiante. Fen empezó a rugir mirando a todos los allí congregados...

-Muy bien. Este es el final para todos vosotros... jajajajajajajajaja...
-No tan rápido, muchacho, ¿es que has olvidado todo lo que te he enseñado?
-Aparte de en medio...
-Muy bien, si así lo quieres. Pero deja que te eche una mano. Tú sólo en ese estado no podrás con todos ellos.
-¿Al fin accede a luchar en mi bando sin que tenga que pagarle por cada ataque?
-Por mí te podrías pudrir ahí mismo. Pero es que estoy harto de ese infeliz de Girugamesshu. Ahora encima se ha puesto a traer repugnantes G.F.'s y a un guerrero nuevo. No sabes cómo le odio. Por eso lucharé a vuestro lado. Bueno, por eso y porque Daigoro ha dado con el rastro del cofre secreto del Jóker...
-Muy bien... ¡Pues empecemos la carnicería!!! -Cloud levantó la espada mortal cobre su cabeza y empezó a hacer círculos con ella, para acto seguido ponerse en posición de batalla. Yojimbo, Daigoro y Fen hicieron lo mismo a su alrededor- ¿Quién se atreve a desafiarme??? Zell? Neo? Castle?

Zell se quedó ensimismado, no esperaba eso y se maldijo a sí mismo por la mala suerte que había corrido Luisiko. A partir de ese momento procuraría no dar más pasos en falso, ya que no quería perjudicar más a los miembros de su equipo.

A lo lejos oyó un tema que le transmitía muchísima paz, ya que veía el fin muy cerca:



Pero ese tema se le fue de la cabeza al ver como Cloud Sprite se reponía y lanzaba nuevamente un reto. Zell esbozó una leve sonrisa y dijo:

¡Esta vez no escaparás de mí, ni nadie se interpondrá entre nosotros! ¡Vamos a ello!

-Por fin obtendrás lo que tanto anhelabas: ¡Tu ToTAL DEStruCCIÓN!!!

Reno bostezó, su primer combate contra Nube de oscuridad había sido aburrido.

-Llevo demasiado tiempo encerrado, solo estoy calentando. Aunque reconozco que has aguantado bien.

Después de toparme con Lanamark e intentar rematarlo en su momento de debilidad, un macabro espectáculo tuvo lugar. Tras sus delirios resurgió con fuerza renovada, entre estallidos de oscuridad y se marchó rápidamente al invernadero. Bastante contrariado por su actitud de superioridad y desprecio hacia mí, decidí seguirlo hasta donde hiciera falta con tal de ajustar cuentas. No soporto a quien se cree mejor, además me faltó poco para derrotarlo y no pararía hasta probar mis límites.

De camino al invernadero, mientras perseguía al cofrade enloquecido, me crucé con un curioso ser, que ya demostró su importancia en otras ocasiones.

- Tranquila, Tinaja Mágica. No hay de qué preocuparse. Si tienes el Elixir que Luisiko te entregó, sería muy honorable por tu parte que lo recompensaras. Tus favores son muy apreciados, sobre todo en los que pertenecemos al llamado 'bando de la Luz'. En fin, tú piénsatelo, pero sabes en el fondo que sería lo más justo. ¡Nos vemos en otra ocasión!

Largo tiempo recorrí el camino al invernadero, abriéndome paso entre unas retorcidas zarzas nacidas de una misteriosa fuente de energía oscura, que parecía inagotable. Cada vez tenía más claro que me dirigía a una trampa con toda seguridad. Además, el recién recuperado Lanamark y sus oscuros poderes, herido como estaba era mucho más peligroso que nunca.

Desde lo alto de unas ramas le grité a su oscura figura, que se hallaba de espaldas:

- Eh, no me gusta que me ignoren. Quiero ver hasta dónde llegan esos poderes oscuros. ¡Lucha!

La oscuridad que rebosaba su rival era exuberante. Parecía que todo iba a ser cubierto por las sombras, pero no fue así. A pesar del gran poder de las cartas que poseía Reno, el débil mazo del joven de ojos verdes había conseguido igualar las fuerzas hasta que al final luz y oscuridad acabaron entrando en equilibrio. No sabía porque, pero esa sensación de paz que transmitía la sincronía de ambos elementos le resultaba agradable.

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Pero había algo más. Algo más por lo que no había perecido ante su rival: era la luz que había visto en lo profundo de su ser. El propio Reno se había perjudicado, y eso llevó al ingenuo chico a reafirmar su posición. Sabía que en el fondo de todos ellos, se ocultaba una luz que les había sido sellada.

Kitsune se sorprendió de las tornas que estaba tomando la situación. Tras un pequeño despiste mientras disfrutaba de su propio mundo interior macabro, volvió a la oscura realidad para encontrarse con algunos compañeros muertos o heridos, algún adversario que había sobrevivido y al propio Reno que, por fin, había sido liberado por el Joker.

Pensó que había llegado el momento de ponerse manos a la obra en el asunto y dar un poquito de guerra putrefacta a todos los bastardos de la luz.

De repente, la Jota apareció entre los invitados indeseados, desafiando a todo aquel que se quisiera cruzar en su camino:

- ¡¡A ver quién es el valiente que se atreve a luchar contra mi!!

Una risa siniestra y gutural salió de su garganta a la vez que profería esta amenaza. Kitsu esperaba a su primer contrincante. :Ultros:

Castle se acercaba con paso firme pero con el corazón encogido por el miedo a ser consumido por la oscuridad. En su cabeza empezaron a brotar recuerdos lejanos, recuerdos felices.

Recuerdos junto aquella mujer ...


- Atrás todos. Es algo personal... - gritó Castle dirigiendo su fiera mirada hacia Kitsune

*empieza a sonar*

Kitsune miró con aire de extrañeza a aquel chaval que se adelantaba tan amenazadoramente hacia ella. No entendía por qué, pero tampoco le importaba, sólo quería descuartizar a toda esa escoria.

- Muy bien, pequeñín. Veamos de que eres capaz. Acompáñame a un lugar más tranquilo, no quiero manchar esta estancia de sangre y pus y que el Joker me haga limpiar (puaj!)

Ambos desaparecieron de repente, como si no hubieran estado antes ahí.

(Por acuerdo de ambos participantes y para no hacer correr el tiempo innecesariamente, mañana crearé la partida para poder jugar mejor, que ahora vamos a la cama que hay que descansar, para que mañana podamos madrugar (music))

A Zell se le olvidaron por completo los sones del tema que le transmitía paz por éste, más acorde con el reto que tenía por delante:



El combate comenzó muy defensivo, Daigoro y Abadón pusieron en un aprieto a Zell, pero este recurrió a Son y a Adel, los cuales dejaron muy tocados a Cloud Sprite y prácticamente vencido. Este intentó equilibrar la partida con la ayuda de un Spectro Gui, pero Zell con la ayuda de Spegulo, remato la faena.



Finalmente, Zell se volvió a sus compañeros y les dijo:

"Esto va por todos vosotros y especialmente por Luisiko. Si me oyes estés donde estés, ésta victoria va por ti."