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Así, a los 25 años, tras miles de horas de práctica e infinitos puntos sumados a su carnet de virginidad, el nuevo titulado en magisterio consiguió todas las medallas y completar su pokédex. Llegado a este punto apareció en su Game Boy color el esperado aplicativo, creado especialmente por el Ministerio de Educacion y Cultura:
«¿Desea usted convalidar la partida por un título universitario? > Sí > No.»
Las críticas por parte del colectivo universitario no se han hecho esperar, se han organizado protestas ante la falta de formación de los alumnos convalidados, la destrucción del modelo educativo actual y la falta de café en la sala de profesores (y no precisamente en este orden).
Ante las críticas sobre la "falta de esfuerzo" del alumno convalidado, el Ministerio declara que «puede acusarse a Julian de muchas cosas menos de falta de esfuerzo, ¡se lo pasó todo con Magikarp!»
Por otro lado, las asociaciones de padres, sin faltar a su tradición, han puesto el grito en el cielo ante los métodos didácticos del nuevo profesor. «Estos métodos, como los basados en la memorización de la "lista de los pokémon tipo agua", colleja al que habla...¡es superefectivo! o métodos audiovisuales como la proyección del capítulo que provoca epilepsia para calmar a alumnos conflictivos, son todavía novedosos, pero no tardarán en ser aceptados por la comunidad educativa más ortodoxa», asegura Julian.
Finalmente, la valentía de este pionero abre la puerta a nuevas convalidaciones universitarias como los Másters del Universo, Ingenierías en Lego technic, así como el acceso a la escuela de oficiales del Ejército por jugar con GI Joes. Aun así, el acceso al ejército deberá ir acompañado de un riguroso test psicotécnico que, en pro de las nuevas tecnologías, será substituido en breve por un captcha.
Fuente: El Jueves