Para amantes de este genero llega este juego que me recuerda a silent hill, no os preocupeis que no es un survival horror camuflado como es en dead space y fear que realmente son mata matas.
El Séptimo Sello
En el videojuego seremos Lana, una científico que se ve atrapada en una ciudad infectada por un peligroso virus. Nuestra única compañía será Amy, una niña de 8 años que parece inmune a este mal que ha infectado a la población completa de la ciudad transformándolos en diabólicos zombies.
¿El toque maestro del videojuego? Como decimos de los dos personajes principales sólo Amy es invulnerable al virus, lo que significa que Lana no lo es e irá convirtiéndose poco a poco en un zombie mientras avanzamos desesperadamente por los niveles del videojuego en busca de una cura. Veremos cómo va transformándose el personaje en uno de estos peligrosísimos no muertos con el mero contacto del aire contaminado, y si no cumplimos con los objetivos a tiempo de conservar nuestra humanidad el Modo Historia se dará por terminado.
Así pues deberemos cuidar de la muchacha en todo momento, y es que la pequeña lógicamente está aterrorizada por las criaturas. Hasta tal punto es así que si hay no-muertos cerca, ésta se tapará las manos aterrorizada e inmóvil, y si dejamos que pase mucho tiempo en este estado volverá corriendo hacia atrás haciéndonos perder algo del progreso realizado. Para avanzar en el juego, y en un aspecto que traerá a algunos ciertas reminiscencias con Ico, deberemos pulsar un botón del pad para coger de la mano a la niña y acompañarla. Con su mano entre las nuestras notaremos, además, el pulso de la niña que ejercerá a modo de radar como señalización de cuando se acerque un peligro en el momento en el que se acelere o de cuándo va todo bien si se relaja.
La infección recorre nuestro cuerpo a tal velocidad que si no deseamos convertirnos en zombies, deberemos administrarnos medicinas cada cierto tiempo.
La infección recorre nuestro cuerpo a tal velocidad que si no deseamos convertirnos en zombies, deberemos administrarnos medicinas cada cierto tiempo.
En el título, que responde a los cánones del survival horror, habrá áreas donde el virus se extienda más rápidamente por nuestro organismo por su mayor densidad en el aire; y será en este tipo de áreas donde se acelerará el proceso. Para luchar contra esta eterna carrera a contrarreloj en la que estaremos involucrados durante todo el título podremos administrarnos medicinas, o incluso abrazarnos a la propia Amy que da título al juego y cuya inmunidad reducirá nuestra infección drásticamente.
Todos estos componentes tácticos se sazonan con otras características que los Survival Horror han abandonado en los últimos tiempos para volcarse hacia la acción, y entre éstas se cuentan por ejemplo el de los rompecabezas. En éstos tendremos que separarnos para trabajar en equipo y, por ejemplo, sacar partido del pequeño tamaño de Amy para que se cuele por determinadas estancias y obtenga un método que permita avanzar a Lana y otras fórmulas similares.
Cualquier cosa que encontremos en el escenario puede servirnos como objeto contundente para luchar.
Cualquier cosa que encontremos en el escenario puede servirnos como objeto contundente para luchar.
No obstante, y como no podía ser de otro modo, lo que también habrá son combates, enfrentamientos directos contra las bestias del videojuego en los que deberemos utilizar bates, tuberías y estacas de madera para combatir a los zombies. Lana sigue la tradición de que los héroes de Survival Horror no deben ser personajes particularmente preparados para el combate, y su condición de científica asegura precisamente esto. Habrá diferentes tipos de zombies a los que vencer en el videojuego, de diferentes tamaños y también con distintos tipos de retos y estrategias para vencerlos asociados.
Amy aparecerá en septiembre de 2011 en PlayStation 3, a través de PlayStation Network, Xbox 360, a través de Xbox Live Arcade, y PC a través de Steam. Será ese el preciso momento en el que conoceremos todo lo que nos dejará este prometedor título descargable, una de las mayores promesas digitales del año.
