Pappapishu wrote:Lo que hay que tener en cuenta es si esos seres vivos se les puede considerar inteligentes o, como se suele decir, si tienen capacidad de sufrir.
Yo habría elegido otra palabra, que es lo que precisamente me trae a responderte al tema, porque hace unos años yo también mantuve esta discusión con unas amigas de la uni. Y la palabra es:
dignidadEn la asignatura de Bioética nuestra profesora nos pidió que le definiéramos y explicáramos qué era para nosotros la dignidad y qué es lo que hacía que las personas la tuvieran, para ello nos dejó unos cuantos documentos a investigar. Aquella tarde fui con 2 amigas y un amigo a la biblioteca (a una parte en la que se puede hablar, no a la de estricto silencio) para comentar la situación.
Una de mis amigas, llamémosla "A", tiene un perro como yo, pero mi otra amiga, "B", no tiene mascotas y nunca ha tenido ninguna.
Empezamos a comentar cuándo considerábamos que una persona tiene dignidad, llegando a la conclusión de que podríamos decir que hay dos tipos: una dignidad inherente a cada persona por ser seres humanos y otra dignidad adquirida según los actos de cada uno. El caso es que "A" y yo llegamos más lejos aún pues, si un ser humano tiene cierta dignidad por su propia existencia, ¿por qué no iban a tener dignidad también el resto de seres vivos por el simple hecho de estar vivos?
Ahí empezamos una auténtica "guerra de opiniones", pues "B" no podía soportar que consideráramos a nuestras mascotas y a otros animales igual de dignas que las personas (contando sólo para ello con la llamada
dignidad inherente al ser vivo).
Como muchos de vosotros en este post, también nosotras nos pusimos a discutir con ejemplos extremistas del tipo: ¿Si hubiera un incendio en una casa y dentro sólo hubiera un perro y una persona, a quién salvarías? Obviamente en este caso ambos son desconocidos, así que probablemente por nuestra propia naturaleza intentaríamos salvar a la persona (aunque yo sabiendo lo bruta que suelo ser a veces seguramente intentaría salvar tanto a la persona como al animal xD). Las variaciones que dimos a esa pregunta era si salvaríamos antes a un bebe que a un anciano, o a un cachorro y a una persona de edad media, etc etc. (Tampoco creo que sea necesario entrar en muchos detalles, ya que estuvimos un buen rato discutiendo a base de susurros en la biblioteca).
Al final llegamos a la conclusión de que no llegaríamos a poneros de acuerdo nunca, porque "A" y yo opinábamos que para nosotras nuestros perros eran muy importantes, casi un miembro más de nuestra familia como por ejemplo un hermano, ya que los habíamos sentido más cercanos aún que incluso algunas personas de nuestra familia, puesto que muchas veces cuando nos hemos encontrado mal han sido nuestras mascotas las que nos han brindado algo de cariño y han conseguido animarnos (probad a acariciar a un animal cuando os encontráis deprimidos o enfadados, os aseguro que ayuda mucho ese contacto físico).
Y como ejemplo para que veáis a que extremo llego nuestra conversación, a pesar de saber que fue un error por mi parte: [spoiler]en el calor de la discusión y por no encontrar mi cerebro antes un buen sinónimo, llegué a llamar "nazi" a mi amiga "B". Sí, habéis leído bien. Le dije eso porque me parecía increíble que los argumentos que estaba utilizando fueran por considerar a los animales seres inferiores a nosotros por ser diferentes, lo cual me recordó en ese momento como Hitler consideraba a otras personas inferiores por el mismo motivo. Obviamente me disculpé justo después de escuchar lo que acababa de decir, pero aunque la palabra no hubiera sido la más correcta la opinión en el fondo seguía siendo la misma.[/spoiler]
Bueno, ya no me voy más por las ramas, aunque con esta historia pretendía exponer como llegué a la conclusión de mi respuesta a continuación sobre la pregunta de Papp:
- En primer lugar, decir que yo también estoy en contra de las corridas de toros, me parece una barbaridad que la gente encuentre diversión en el maltrato a un pobre animal, por mucho que sea algo de nuestra cultura. Al igual que por ejemplo tampoco me gusta nada la caza del zorro en Inglaterra (que por suerte es ilegal desde el 2005).
- Y en cuanto a quién elegiría creo que ha quedado más que claro que ante un desconocido y aunque me situara en una dicotomía muy difícil de decidir porque tampoco me gusta la idea de "dejar morir a alguien", seguramente decidiría salvar a mi mascota, pues el cariño que le tengo y lo importante que es para mi me haría decantar por esta elección.