2.- Cuando empecé el thread comenté que he tenido grandes vivencias con 3 vehículos, siempre descubriendo con el siguiente un cúmulo de sensaciones increibles. Lo prometido es deuda, asi pues resumo lo vivido con el segundo:
Al no poder utilizar el Volkswagen durante un tiempo, mi tio me prestó su antiguo Alfa Romeo 33 1.3 S. Estuve utilizandolo durante un mes aproximadamente. Luego volví al Volkswagen, pero con el tiempo el Volkswgen como mencioné en el post inicial, murió por el fallo comentado, asi que estuve de nuevo otra temporada con el 33 1.3 S pero algo más larga, de varios meses. A continuación una imagen que pude encontrar a bote pronto, de cuando volví a la carretera de El Teide pero esta vez con este otro vehículo (los 3 que he tenido, los he disfrutado en esa carretera enormemente).
[center]
[/center]En general... resumiendo un poco lo vivido, ese 33 1.3 S es el coche que yo utilizaba antes del que tengo ahora... puedo decir que es un coche que me cambió. El 33 1.3 S estaba (y lo sigue estando, que sigue utilizandose) muy dañado. Tiene 2 cambios en los cuales sus engranajes de transmisión raspan, tuvo su Boxter de 4 cilindros sometido a altas temperaturas y tanto la culata como la junta sufrieron.. se repararon pero se repararon mal y el motor no rendia de la misma manera, etc. El que haya manejado un 33 sabe que es un coche muy difícil de manejar, pero cuando coges ESA unidad en concreto con los fallos que tenía y sus peculiaridades (para arrancarlo tenia truco tambien para no ahogarlo).... puedo asegurar que la primera vez que cogí el coche salí nervioso de él, requería demasiadas técnicas para que no te dejara en la primera curva, pero con los meses empecé a entenderle. Utilizaba llantas de un Alfa Romeo 146 Junior Twin Spark (uno que tenia mi tía pero que sufrió un siniestro total, con lo cual se le colocaron al 33 1.3 S ganando este unas dimensiones a 195mm) Su cuenta KM se detuvo en 375.000 KMs, no se cuantos KMs se le habrán hecho despues y cuantos le hice yo tampoco. Es una pena su estado, porque puedo decir que si ese coche se reparase la verdad es que daría solo con su sonido una alegría cada día.
Mi tio me dijo una vez que si aprendía a mover ese coche simplemente unos metros en carretera, sabría manejar todos los coches. Puedo decir con total honestidad, que el sonido de su Boxter con 2 carburadores (cada uno de doble garganta) era algo que te recorría toda la columna vertebral. Con el tiempo lo dejé de utilizar por varios motivos: no iba a estar siempre utilizando el coche que me había prestado un familiar, y tambien la bomba del agua dejó de funcionar y yo tampoco iba a pagar esa reparación porque quería emprender la aventura en la que luego meses despues me metí: el coche con el que estoy ahora.
Si ya me gustaba el automovilismo, creo que fue aprender a mover un 33 1.3 S lo que me hizo amarlo más aún, y sobretodo amar lo antiguo porque cuando salía del Cordoba que utiliza mi madre (con más potencia) y me metía en ese Alfa con esa transmisión tan vibrante, ese sonido con tanto cuerpo y la manera en la que tienes que hacer el juego del embrague/acelerador para que no te abandone en cualquier cambio de marchas, es ahí cuando sabía que yo tenia algo de afinidad con esa sensacion más mecánica. Es increible como suena, puedes ver los videos en YouTube que quieras pero... solo cuando lo conduces lo puedes entender, ruge como ningun otro coche que he escuchado cerca. No se trata de que suene alto o grave o cualquier cosa que puedas esperar de un coche cualquiera hoy por hoy, se trata de que a cualquier revolución tiene un sonido de rugido acojonador. Era un gran motor el que tenía bajo el capot. Cada rpm que subías era una odisea, a cada milímetro que pulsabas el acelerador escuchabas el Boxer rugir con verdadera rabia.
[center][youtube]e0XPyMavdUg[/youtube][/center]
Con ese coche de 1988 comprendí más por qué realmente siempre he detestado los sonidos constantes graves de los coches del tunning, ya que era el sonido de este Alfa 33 1.3 un sonido totalmente difernete que me asombraba. Por qué he detestado los coches suaves, cómodos y fríos, y por qué me recorría por todo el cuerpo una increible cuando lo conducía. Esta es una muy muy resumida historia del 33 1.3 S, el que fue mi segundo vehículo representativo. Tras dejar de usarlo, adquirí el vehículo que tanto quería desde hacía tiempo atrás, del que hablaré en otro momento.
