Final Fantasy VIII es irremediablemente el juego de mi vida, juego que me ha hecho ser el jugador que soy hoy día. Todos tenemos un juego que nos marca, y para mí, ese es Final Fantasy VIII. Obviamente le otorgo un 10.
Yo le otorgo un 10, básicamente por ser un juego redondo, hecho como si se tratase de la mayor obra de orfebrería de esta industria. Una joya imperecedera.